Dungeons 4 Edición Deluxe

Érase una vez, en un reino muy, muy lejano, todo era exuberante y verde. Los unicornios se mezclaban entre los árboles y los elfos y los humanos vivían pacíficamente en armonía con su entorno. Sin embargo, en algún lugar al borde de un claro medio oculto entre los árboles, oscurecido por un creciente velo de niebla en la brumosa penumbra de una cabaña curtida por el tiempo, una forma se acurruca sobre una bola de cristal grande y ominosamente brillante. Una voz murmurante entona fórmulas antiguas, instando a las brumas brillantes que se arremolinan en el interior del cristal a que se separen y ofrezcan una visión del futuro.

"Todo fluye, nada parece seguro. Ven, oh caprichos del espacio y el tiempo, separa el velo y muéstranos lo que aún está por venir", refunfuña la voz con la insinuación de un ojo que refleja débilmente el resplandor frente a su capucha. El público de la forma, apenas visible en la penumbra, se inclina y escucha atentamente. "El tiempo fluye y refluye, formando charcos y arrugas... pero cuando la niebla se disipa sólo surgen vagas imágenes de más allá del velo. Shhhh... no te acerques demasiado, no querrás perturbar mis delicados tejidos mágicos, ¿verdad?". La forma, aún inclinada sobre el orbe, murmura y empuja al otro un poco más hacia las sombras. "Ah, ahora parece que se está despejando un poco. Puedo ver... algo... varios algo, indicios de voces que resuenan en la bruma. Un bebé, algo que sucede en Hill Doom y la reunión del Consejo de Snots - ¿qué podría significar todo esto?"

Construye una mazmorra acogedora y confortable que se adapte a las necesidades de tus criaturas y gobierna sobre ellas, luego envíalas al Sobremundo para que recuerden amablemente a las buenas gentes que viven allí que el Mal Absoluto gobierna sobre sus tierras. Reúne tu Maldad de formas nuevas y dinámicas y desátala sobre los frondosos y verdes bosques y llanuras del Sobremundo para convertirlos al lado oscuro. Pero asegúrate de que tu mazmorra está bien protegida por trampas y defendida por tus criaturas, porque esos molestos habitantes del Sobremundo no se quedarán de brazos cruzados mientras conviertes sus tierras en el paraíso vacacional más placentero del Mal Absoluto.

Pero, ¿qué es ese ruido? "¡Oro, oro, oro y gemas, oro y gemas y oro!". La antigua canción resuena por todo el inframundo, acompañada por el tintineo del acero de martillos y hachas. Los enanos han llegado para reclamar su parte de los abundantes recursos y, junto con los elfos y los humanos del inframundo, envían sus partidas de asalto para encontrar el corazón de Dungeons.

Dungeons 4 mantiene el espíritu de su predecesor, pero ahora todo es más grande, mejor y con una Evilness™ aún más dinámica.